Semana 15: El
bebé mide unos 10 centímetros (alrededor de 4 pulgadas). Ahora está respirando líquido, el líquido
amniótico en el que flota, porque eso le ayudará a desarrollar los pulmones.
Sus brazos y piernas han crecido más, y puede mover las articulaciones. Por el
momento tiene todavía los ojitos cerrados, pero puede notar la claridad. Si se coloca una linterna sobre el vientre, el bebé se apartaría.
Otra cosa que tu bebé está desarrollando ahora es el sentido
del gusto. Hay estudios que muestran que los sabores de los alimentos que comen
las mujeres embarazadas acaban en el líquido amniótico. Hay incluso un estudio
del Centro Monell de los Sentidos Químicos en Filadelfia, que afirma que los
bebés pueden saborear lo que la mamá acaba de comer. También se halló que si
comes alimentos sanos durante el embarazo, al bebé pueden empezar a gustarle
esos sabores. (Zrodlo Foundation, 2013)
Cambios en el cuerpo
de la madre:
Alrededor de la semana 10 del embarazo, la hormona que se
cree que es responsable de las náuseas durante el embarazo (GCH) empieza a
estabilizarse.
En algunas mujeres las náuseas continúan durante todo el
embarazo, pero esto puede indicar un problema en la vesícula.
Probablemente la mujer gestante ha aumentado alrededor de 5
libras.
Es posible que todavía aparezcan algunas molestias, como tener
la nariz tapada (rinitis del embarazo). Además, a algunas mujeres embarazadas
les sangra la nariz de vez en cuando, como resultado del aumento en el volumen
de la sangre y la expansión de las venas internas de la nariz. (ESPINAR, David. 2012)
Semana 16: El
corazón late entre 110 y 180 veces por minuto y bombea poco más de 28 litros de
sangre al día. Uno puede ver el género del bebé en el ultrasonido. Si es una
niña, millones de óvulos ya se están formando en sus ovarios.
El bebé mide casi 13 centímetros de largo y pesa
aproximadamente 114 gramos. Además, puede coordinar los movimientos de los
brazos y las piernas, algo que la madre probablemente no puede sentir aún.
Cambios en el cuerpo
de la madre:
El flujo de sangre a tu piel aumenta durante el embarazo y
esto le dará resplandor. Además de
sentirse hermosa, se sentirá más cómoda
por la estabilización de las hormonas y porque ya hay menos posibilidades de
sufrir un arrojo espontáneo.
Durante el embarazo es común estar estreñida. Las hormonas
del embarazo, combinadas con la presión del útero engrandecido en los intestinos son la
causa del estreñimiento. La progesterona relaja los músculos de los intestinos
y esto hace que la digestión vaya más lenta. Cuanto más tiempo pasa la comida
en tu sistema digestivo, más agua se absorbe de estos alimentos y, por lo
tanto, más duras están las heces. Tu útero también pone presión en tus
intestinos y en tu recto, lo que hace que la digestión vaya todavía más lenta. El
hierro que es fundamental entre vitaminas prenatales, puede que también
contribuya a causar estreñimiento. Para contrarrestar todo esto se debe beber
mucha agua, hacer ejercicio de forma moderada y tomar comidas ricas en fibras. (ESPINAR, David. 2012)
Semana 17: Ésta
semana el bebé mide casi 13 centímetros (5 pulgadas) y el cordón umbilical, por
donde come y respira, está cada día más grueso y más fuerte. Una sustancia
protectora llamada mielina está empezando a envolver su médula espinal.
Ahora ya puede mover las articulaciones, y los huesos de su
esqueleto están empezando a
endurecerse.
Cambios en el cuerpo
de la madre:
Como ahora tiene más peso en el vientre, se puede sentir un
poco torpe al caminar, y no encontrará una posición perfecta para dormir muy fácilmente. (Zrodlo Foundation, 2013)
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