Semana 21: El
feto mide casi 27 centímetros desde la cabeza hasta los pies (10,5 pulgadas)
y además, y pesa unos 330 gramos (0,7
libras).
Si es una niña, ya
tiene la vagina formada.
En estos días el bebé comienza a moverse más que nunca,
según algunos estudios, un feto se mueve más o menos 50 veces cada hora, incluso
cuando está durmiendo. Todos esos movimientos sirven para estimular su
desarrollo físico y mental. (NILSSON, Lennart. 2011)
Cambios en el cuerpo
de la madre:
El embarazo añade presión a las venas de las piernas. El
volumen de la sangre se ha incrementado y el útero ejerce mucha presión en la
vena cava inferior, que es una vena grande que devuelve la sangre desde la
parte inferior del cuerpo hasta el corazón. Por si fuera poco, el aumento de la
progesterona hace que las paredes de las venas se relajen y se vuelvan más
prominentes. Todos estos factores contribuyen a estimular las várices. Lo
normal es que aparezcan en las piernas, pero a veces también aparecen en la
vulva. (Zrodlo Foundation, 2013)
Semana 22: El
bebé mide cerca de 28 centímetros de largo y pesa alrededor de una libra. Si es
varón, sus testículos comienzan a descender del abdomen al escroto.
El cabello es visible en su cuerpo y su cabeza. A partir de
ahora, y hasta aproximadamente las 32 semanas, el bebé puede sentir el dolor
más intensamente de lo que lo sentiría en cualquier otro momento del
desarrollo. (NILSSON, Lennart. 2011)
Cambios en el cuerpo
de la madre:
Se presentan calambres en las piernas, la razón de estos calambres es la sobrecarga
que tiene la espalda. Para compensar el peso que carga en el vientre, la
curvatura de la columna cambia durante el embarazo. La parte baja de la espalda
se echa hacia adelante. A consecuencia de esta postura a menudo se comprime un
nervio que va desde la columna hasta las piernas. La presión sobre el nervio es
lo que crea esos calambres tan molestos.
Para estas fechas quizás han aparecido algunas estrías en la
piel. Esto ocurre porque tu piel se está estirando para acomodar el crecimiento
del bebé. Aproximadamente la mitad de las mujeres embarazadas tienen estrías.
Éstas son unas líneas en la piel que tienen diferente textura y pueden ser
desde rosadas a marrones, dependiendo del color de la piel. Durante el embarazo
se van haciendo más evidentes a medida que pasan los meses. Pueden aparecer en
la barriga, nalgas, muslos, caderas y pechos. Otra cosa que ocurre durante el
embarazo es que el ombligo de la embarazada suele salirse hacia afuera, esto es
sólo temporal y después del parto volverá a su forma normal. Otro cambio que se
puede notar en la piel durante estos meses son unas venitas rojas en la
superficie cutánea, con pequeñas ramificaciones. Se llaman arañas vasculares y
pueden salir en la cara, el cuello, la parte de arriba del pecho y los brazos.
Se deben a los altos niveles de estrógeno y suelen desaparecer después del
parto. (Zrodlo Foundation, 2013)
Semana 23: El
bebé puede pesar más de 1/2 kilo (más de 1 libra). Ahora mide alrededor de 28
centímetros (11 pulgadas) y seguramente él o ella ya podrá sentir tus
movimientos.
En esta etapa los bebés tienen un color sonrosado, sin
importar cuál sea el color de su piel en el futuro, y están bastante arrugados.
Su piel es todavía tan fina que las venas se le transparentan y le dan ese tono
rosado. El verdadero tono de su piel se asentará a lo largo de su primer año de
vida.
Las venas que tiene en sus pulmones y que le ayudarán a
respirar se están desarrollando, aunque todavía faltan unos meses para que los
pulmones estén completamente formados. Es por esto que los bebés prematuros
(nacidos antes de las 37 semanas) a menudo tienen dificultad para respirar. Los
bebés que nacen en esta semana, la 23 del embarazo, pueden sobrevivir con
cuidados médicos intensivos, pero corren el riesgo de sufrir muchas
complicaciones. (NILSSON, Lennart. 2011)
Cambios en el cuerpo
de la madre:
Se pueden presentar ligeras hinchazones, especialmente en
los tobillos y los pies. Esto se llama "edema" y se debe a que los
cambios en la química de la sangre hacen que el fluido se retenga en los
tejidos. Además el útero, que cada día es más grande, presiona las venas que
devuelven la sangre desde la parte inferior del cuerpo hacia el corazón. Como
resultado, la circulación en las piernas es más lenta. El edema generalmente
empeora al final del día y durante el verano. No obstante, cuando el bebé
nazca, eliminarás todo este exceso de líquido. (Zrodlo Foundation, 2013)
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